Barcelona es una de las ciudades con mayor número de motos en las calles. Además, gran parte de los pilotos profesionales son catalanes. Podemos hablar de una auténtica pasión por los vehículos de dos ruedas.
La campaña intenta recoger esta pasión mostrando a individuos de colectivos que en su actividad profesional llevan casco y que han decidido sustituirlo por uno de moto.